martes, 12 de noviembre de 2019

PANCREATITIS AGUDA Y CRÓNICA | INTRODUCCIÓN Y ETIOLOGÍA

La pancreatitis es la inflamación del páncreas que ocurre cuando las enzimas digestivas se activan dentro de este órgano, en vez de hacerlo al llegar al duodeno y, en consecuencia,  se produce la autodigestión de éste conllevando una respuesta inflamatoria. Esta respuesta propicia la formación de un edema. Este proceso puede tener graves consecuencias como hipovolemia, aparición de focos de necrosis o una alteración hemodinámica que puede llegar al shock y posteriormente la muerte.

La inflamación del páncreas puede presentarse de una forma repentina y poco duradera (unos días) y después volver a la normalidad anatómica y funcional del órgano, es decir, pancreatitis aguda, o alargarse durante mucho tiempo, pancreatitis crónica. Esta última cursa con periodos de latencia alternados con épocas de molestias continuas, pudiendo aparecer crisis similares a una pancreatitis aguda.

Las causas de la pancreatitis son:

- Presencia de cálculos biliares: principal causa, más en mujeres.
- Alcoholismo: más frecuente en hombres.
- Idiopáticas: 8-20%, podrían deberse a la presencia de arenillas.

Estudios recientes constatan que la pancreatitis supone la quinta causa de muerte por enfermedades no malignas en norteamérica. Además, se estima que en España la incidencia es de 35-40 casos por cada 100.000 habitantes. 

Para más información:

PANCREATITIS AGUDA Y CRÓNICA | MANIFESTACIONES

La pancreatitis aguda produce un ataque de dolor muy fuerte en la parte superior del abdomen, acompañado de nauseas y vómitos. El dolor puede extenderse a la espalda y empeorar con el movimiento. Esta crisis suele durar unas 48 horas. Las complicaciones más graves de la pancreatitis aguda son la tensión baja, insuficiencia cardíaca, renal y respiratoria; pueden desarrollarse quistes o abscesos (acumulaciones de pus) en la glándula y hemorragias graves que pueden afectar a otros órganos.

La pancreatitis crónica produce los mismos síntomas que la aguda, pero el dolor puede durar hasta varios días, y estos ataques se hacen cada vez más frecuentes a medida que avanza la enfermedad. Otros posibles síntomas son la malabsorción y la diabetes (debido a que el páncreas no es capaz de secretar insulina de forma normal9. Los quistes también aparecen en esta patología, acompañados de ictericia e hipertensión portal por compresión de la vena esplénica (el sistema venoso que riega desde el hígado hasta el páncreas).

PANCREATITIS AGUDA Y CRÓNICA | TRATAMIENTO

El tratamiento de la pancreatitis dependerá de si se trata de un episodio agúdo o de si esta se cronifica. 

El primer paso para convatir este problema es controlar el dolor y nuestro nivel de hidratación para poder empezar a buscar la causa oculta de la pancreatitis. Puede ser requerida una cirugía para extirpar la vesícula biliar si esta es la causa del problema, al igual que una serie de procedimientos que ayudan a aliviar obstrucciones en las vias biliares mediante un ensanchamiento de estas. La cirugía pancreática para drenar líquidos puede ser otra posible solución, y, finalmente, tratar el alcoholismo, pues el consumo diario de alcohol puede dañar el páncreas y provocar la pancreatitis.

Si la pancreatítis se cronifica, serán necesarios tratamientos para controlar el dolor, ya que las molestias abdominales pueden persistir en el tiempo. Además, los suplementos de enzimas pancreáticas pueden ayudar al cuerpo a descomponer y procesar nutrientes, además de modificar la dieta y adecuarla a la situción.

Para saber más: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/pancreatitis/diagnosis-treatment/drc-20360233

PANCREATITIS AGUDA Y CRÓNICA | CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Aspiración gástrica.
En el caso de la pancreatitis aguda debemos monitorizar las constantes vitales de nuestro paciente para detectar de manera precoz posibles complicaciones.
Le asignaremos una dieta absoluta con aspiración gástrica permanente para mantener reposos pancreáticos y eliminar los jugos. Esto permite que el páncreas sea menos estimulado y, por tanto, se que reduzca el dolor.
También es necesario mantener la hidratación del paciente por vía intravenosa y valorar la depresión respiratoria mediante la saturación de oxígeno.

En relación a la pancreatitis crónica, los cuidados enfermeros en los períodos de crisis van a ser iguales que en la pancreatitis aguda. En el resto, va a ser fundamental la educación sobre el manejo nutricional y farmacológico. Nuestro paciente debe disminuir la ingesta de grasas y de líquidos y evitar el alcohol. Es recomendable controlar el peso para detectar pérdidas debidas a la malabsorción y alertar de ello en caso de que se produzcan.

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